13 ene 2013

Roberto Clemente

Roberto Clemente

Biografía de Roberto Clemente Walker, nació El 18 de agosto de 1943, en Carolina, Puerto Rico, su signo del zodiaco es Leo, hijo de Melchor Clemente y de Luisa Walker, Roberto tuvo 6 hermanos mayores. Desde joven práctico atletismo, dedicándose en especial a las carreras de distancias cortas y la jabalina, sin embargo, fue el beisbol el que despertó su verdadero interés, tras cursar la secundaria, ingreso en el equipo Cangrejos de Santurce, donde despertó el interés de los cazatalentos      
     El 22 de noviembre de 1954, Clemente ingresó en el Pittsburg Piratas firmando un bono de US $ 4 mil dólares. Previo a esto, había firmado por US$ 10 mil con los Brooklyn Dodgers, pero por una ley vigente a esa época, que decía que lo jugadores cuyo bono fuera superior a los 4 mil debería pertenecer a las grandes ligas, fue que terminó en el Piratas. Durante sus primeros 5 años en los Pittsburg (que no era un buen equipo por entonces), Clemente tuvo una excelente participación aunque su promedio de bateo fue un tanto bajo. Ya en 1960, los Piratas llegaron a la Serie Mundial, donde derrotaron a los New York Yankees en 7 juegos, y gracias a su excelente desempeño en esta temporada, Clemente alcanzó un promedio de bateo de .310  Con el tiempo, Roberto dejó bien asentada su excelente calidad como jugador, convirtiéndose incluso en uno de los mejores de la década del 60.  Su mejor promedio de bateo fue de .357 (durante la temporada de 1967), y al concluir su carrera en 1972, alcanzó un total de 3000 hits, un record que pocos jugadores alcanzaron en la historia del béisbol.  La defensiva fue uno de sus mejores aspectos, pues logró magníficas atrapadas, y eso sumado a sus excelentes asistencias, hicieron que fuera considerado varias veces como el mejor en su posición históricamente.    A pesar de todo, el puertorriqueño no tuvo mucha atención mediática hasta que en 1971, tras alcanzar una vez más la Serie Mundial junto a su equipo, en la que se enfrentaron a los Baltimore Orioles, el jugador logró un promedio de .414 a la ofensiva lo que le valió el premio al Jugador Más Valioso de ese año No fue menos notable que su desempeño la calidad humana de este jugador, pues en los inicios de su carrera, debió hospedarse, viajar y comer en lugares específicos para gente de su color de piel, además de que los medios de comunicación no lo tomaron en cuenta por ser latinoamericano Esta segregación racial quedó demostrada además porque, a pesar de que según la opinión de muchos su juego tenía un nivel “cercano a la perfección”, solo en una temporada logró el premio al Jugador Más Valioso.  Incluso, orgulloso de su origen y ferviente luchador en pos de la igualdad para el trato de los latinoamericanos, en una ocasión dijo: “Mi gran satisfacción proviene de ayudar a borrar opiniones gastadas acerca de los latinoamericanos y los afroamericanos. Clemente se dedicó en su tiempo libre a enseñar béisbol a los jóvenes de su país, además de jugar en Puerto Rico durante la liga invernal. Tras un terremoto ocurrido en 1972 en Managua, el jugador en persona viajó con un cargamento de ayuda para socorrer a los necesitados. El avión que tomó el beisbolista, cayó en el mar, y no hubo sobrevivientes de la tragedia El cuerpo de Clemente nunca fue recuperado, pero anecdóticamente, su esposa contó tiempo después a la prensa que, tras insistirle al jugador para que no viajase, este respondió “Si vas a morir, morirás”.  Tras su muerte, en 1973, Roberto Clemente fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol, hecho que lo convirtió en el primer latinoamericano en integrarse en el mismo, a pesar de que, por regla general, los jugadores ingresaban en el mismo tras 5 años de su retiro o de su muerte.   En honor al jugador, considerado actualmente como uno de los mejores jardineros derechos de la historia, se creó el “Premio Roberto Clemente”, para reconocer a aquellos que se destacaran en el deporte y en su ayuda a la comunidad Además, Clemente, ganador de 12 “Guantes de Oro” y 4 títulos individuales, fue nombrado Atleta del Siglo en su país, y desde 2002, las grandes ligas declararon “Día de Roberto Clemente” al 18 de septiembre.                    

biografias.es

12 ene 2013

La ultima desercion cubana

Hoy dia 2 de marzo, vuelvo a Abrir mi blog despues de un receso de varios meses por problemas de conexion con internet, en todo este tiempo como es logico han sucedido cosa dentro de este mundo del besibol, el mas reciente es la desercion de una joven promesa del beisbol cubano que responde al nombre de Yoennis Cespedes Milanes, de 26 años de edad, su talla alcanza los 6¨pies de estatura, y 200 lbs de peso, es cierto que con un fisico asi puede ayudar a la produccion de batazos mas alla de las vallas que limitan el terreno de juego, pero no siempre es asi, conozco casos que poseian esa fortaleza fisica y sin embargo no eran capaces de conectar grandes batazos fuera del terreno, hay algo que marca la diferencia y se llama fuerza, algo que se trae, se nace con ello, y si a esto se une el físico, el tacto y una buena mecánica en los movimientos a la hora de hacer el swing, digamos que esto puede resultar una pesadilla para cualquier lanzador cada vez que un jugador con este talento  ocupa el cajón de bateo, se dice de este jugador que posee las 5 herramientas fundamentales para triunfar en el deporte de las bolas y los strike ( Batear, Fildear, Corre, buen brazo, y usar bien la cabeza) todo parece indicar que de momento a causado buena impresión a los caza talento que se acercaron a verlo en acción en República Dominicana, donde vestía los colores de Las Águilas Cibaeñas, en principio los mas interesados eran los Marlins de la Florida y los Atléticos de Oakland siendo estos últimos los que cerraron un contrato con el jugador por 4 años por la nada despreciable cifra de 36 millones de dolares, de esta forma queda la mesa puesta para que esta joven promesa demuestre lo que es capaz de hacer sobre un terreno de béisbol, y lo haga donde debe hacerse, donde están los mejores, en el béisbol de Grandes Ligas, en la Gran Carpa como algunos le llaman, suerte.